Confusión de niveles de experiencia.

 En este mundo vamos a sentir confusión, es una energía extraña llena de tensión, inaptitud y miedo. Una sensación muy incómoda puesto que el mundo nos ha enseñado que debemos controlarlo todo, la confusión es un signo inequívoco que de tienes miedo. No se reconoce así, pero lo es. Sin embargo, la confusión cuando vamos andando el camino de despertar, llega un punto en que sabemos que es una muy buena señal ya que nos abre a ver las cosas desde el Ser. Si aceptamos sentir la confusión y seguimos adelante con el proceso de perdón veremos con claridad.

 

Las confusiones de niveles pueden tomar muchas formas, pero sobre todo se deben a que nos encontramos dos modos de ver: la mente del juicio y la mente del Ser.

El nivel de experiencia del juicio, del miedo o del ego es la que está confundida, así que si experimentamos confusión simplemente tenemos que cambiar de nivel.

La práctica del perdón de Dios nos lleva amorosamente a ese cambio de nivel desde la mente ego a la Mente del Ser. 

 

Pero… ¿Se puede perdonar todo?

 

Esta es una de las preguntas que surgen en los acompañamientos cuando empezamos a vivir el perdón en el mundo.

Si, todo se puede perdonar. O podríamos decir que el perdón ni siquiera es necesario, simplemente conoces la relación de todo con todo que incluye a Dios, y es Él Quien te revela la verdad de lo que sucede.

Eso es porque en el Ser, en Dios, no hay juicio, ni sufrimiento. Se conoce el resultado final y se sabe esta experiencia como inocente porque no tiene ningún efecto en tu Realidad como ser “alma”, como espíritu de Amor. Esa es tu realidad y si estás en consciencia de Ser, simplemente lo sabes.

 

En el nivel de consciencia de miedo esto no se comprende, entonces…

 

¿Que hacer cuando alguien sufre atrapado en el nivel de la consciencia ego?  

 

A veces en la no dualidad, incluso en estudiantes de “Un curso de milagros” vemos reacciones o respuestas a personas que sufren o están enfermas que son poco compasivas. Respuestas como: “esto es un sueño” o “nada de este mundo es real” no ayudan al ser sufriente.

 

Puede que, en una etapa donde ya tu despertar es mas claro te pueda ayudar, pero serás tu mismo quien te lo digas. Si te ayuda, es que ya estás comprendiendo que tu realidad no es la dimensión de la mente del ego, sino … otra. Toda experiencia es una oportunidad para despertar, pero solo la aceptarás plenamente sin importar lo horrorosa que pareció ser, si cambias al nivel del Ser. Por eso el perdón es tan necesario, porque el perdón es lo que traspasa los niveles de la mente ego y te lleva directo al nivel del Ser. 

 

La elección de las experiencias.

Todo es para el mayor bien del alma

 

Entonces… ¿eliges la enfermedad, el abandono o el maltrato?, ¿cómo vivir esto cuando sigues atrapado en el sufrimiento por lo que sucedió? 

 

Conscientemente no lo eliges, como persona no, en el plano del alma si, pero solo puede comprenderse cuando estoy en el nivel de consciencia del alma, en el otro nivel no es posible entenderlo, y no hay que culparse por eso.

Hay dos planos de consciencia para experimentar: la del miedo y la del amor.

Dos niveles de experiencia. En el Ser todo se perdona, todo se comprende, todo se Ama.

Nuestro trabajo ahora es cambiar siempre de nivel mediante el perdón, lo demás se nos dará en su momento, la parte del camino ahora es perdonar y perdonarnos.

 

¿Puedo acceder al perdón sin importar lo que hice? 

¿Como perdonarme algo que hice si tengo un juicio previo de que eso es imperdonable?

 

Todo puede ser perdonado porque Quien perdona es Dios, y nada pudo suceder si Él no hubiera estado ahí también. Pero cuando nos sentimos culpables, la separación con Dios es muy evidente y Dios está tan lejos de nosotros que no creemos merecer su perdón. Por esa razón las figuras espirituales que han venido al mundo se nos dice que nos “salvan”, porque así es.

 

Por eso la figura espiritual que imaginamos junto a nosotros en la meditación del perdón de Dios, tiene que ser una imagen pura, aquí vemos la necesidad de un símbolo puro en el mundo, el mío al inicio fue Jesús, puede ser también su madre: María. De hecho, es también mi símbolo ahora.

 

Ellos son el puente para que podamos liberarnos de la culpa, pues la unión con la pureza de ellos nos libera. Ellos están donde nosotros creemos no poder llegar, y están allí para mostrarnos que, en unidad con ellos, ya estamos liberados. 

 

Jesús y María son los humanos que están unidos a Dios también en la forma, no solo en la esencia

 

Todos estamos unidos en la esencia con Dios, pero unidos en nuestra forma nos resulta muy difícil de creer, unirnos a humanos Crísticos nos ayuda a experimentar nuestro Ser inocente y son el puente para experimentar la consciencia Crística en nosotros.

 

Quiero compartir un caso específico para que pueda comprenderse mejor esta unión de la que hablo.

 

Un caso de acompañamiento espiritual:

Una mujer que sentía un terrible dolor y culpa porque en su juventud había abortado.

La mujer tenia ya 50 años cuando iniciamos el acompañamiento, pero el recuerdo del aborto que ocurrió a sus 18 la seguía atormentando, ahora ya no podía tener hijos y sentía que ese bebé que nunca nació porque ella no estaba preparada y tenia miedo cuando era tan joven, era algo tan terrible que sentía que Dios no la podía perdonar.

Ella eligió abortar porque la persona que era su novio entonces le dijo que no quería tenerlo. Luego perdió esa pareja, nunca tuvo relaciones sanas con los hombres, todos la maltrataban. Finalmente estaba sola, a sus 50 años, llena de culpa, rencor y ansiedad.

Decirle que todo eso fue una elección de su alma, junto al alma del bebe no nacido, la de su pareja que la abandonó, e incluso del médico que realizó el aborto, no la ayudaba en absoluto. Necesitábamos una Ayuda que no fuera de este mundo para sanar todo ese dolor.

Imploramos a María. Nos unimos a Ella como madre inmaculada, le pedimos perdón, misericordia divina y sanación, en una meditación juntas en una sesión de acompañamiento.

El corazón de la mujer estalló en llanto y su rendición fue absoluta, ya no podía soportar más ese dolor y esa culpa.

Y así lo sintió María y la liberó. 

Recibió esa liberación completa esa misma noche en la forma de un sueño: 

Tuvo una visión dentro del sueño en donde vio el alma de su bebé llena de luz, sabía que se encontraría con él fuera del tiempo y el bebé en la forma de un niño de cinco años le dijo: “Necesitaba esa experiencia como alma, perdóname por elegirte como madre y hacerte pasar por esa experiencia a ti, pero tu dolor sanó todas las heridas, hoy estamos juntos en la casa de Dios.”

Lo que ocurrió después es que esta mujer se sintió completamente en paz, libre de toda esa culpa, para siempre en esta experiencia humana.

 

Por eso necesitamos unirnos a Aquellos que vemos como perfectos para que podamos soltar el sufrimiento que creímos como real. María sabía la realidad de Quien estaba experimentando ahí, y aunque la mente de la mujer de la historia sigue sin entender como está liberada, en realidad no le importa.

 

Como acompañantes nos unimos a Jesús y a María para poder mantener ese nivel de consciencia Crística. 

Pues, ¿Como no compartir su sueño de dolor, pero ayudarla a despertar?  

Ayudándola a cambiar de plano o nivel de consciencia. Llevarla desde la consciencia ego sola y separada (o desde el sueño de dolor como alma dormida) al nivel de consciencia del Ser (Consciencia de Cristo) que eligió la experiencia para la sanación de la mente.

 

El acompañante si debe saber que lo que la atormenta nunca sucedió, sino la juzgará… pero a la vez, sentir su dolor desde la Paz para poder ayudarla. 

 

En mi caso, unirme a María en los casos de dolor en las mujeres, tomen la forma que tomen, salva el obstáculo de creerme la culpa del mundo.

 

Comprendí que lo que nos hace sufrir no es lo que sucede sino, lo que nosotros “pensamos” sobre lo que sucede, mientras seguimos pensando con la mentalidad del miedo estamos atrapados en un bucle sin salida.

 

Observa en tu experiencia honestamente: lo que te hace sufrir no es el comportamiento de una persona sino, lo que “tu piensas” sobre el comportamiento de esa persona. Cuando te das cuenta de eso es una liberación, pues solo necesitas parar ese pensamiento, “deja de pensar” con esa mentalidad. Solo tu puedes tomar esa decisión, pues tu eres el único que piensa en ti. 

Lo que te hace sufrir no es una persona, una circunstancia, lo que pasa en tu cuerpo, sino lo que “tu piensas” sobre todo eso. 

El sufrimiento es una elección tuya, deja de pensar con la mente que sufre y podrás volver a pensar todo lo que aparezca en tu experiencia de vida desde la Mente del Espíritu. Deja de pensar con esa mente del miedo, lo que te hace sufrir no es lo que sucedió en tu pasado, lo que está sucediendo o lo que sucederá, sino…  lo que tu piensas y la mente con la que lo piensas. Deja de pensar con esa mente y la Paz, la Felicidad, el Gozo… serán inevitables en tu experiencia con la Mente de Dios o Consciencia de Cristo.

 

Mantenerme en el nivel de Consciencia de Cristo para que la persona que acompaño pueda sentir el perdón de Dios es todo lo que se me requiere. Pues perdonar es mi función, y al perdonar, recibo la Gracia del perdón en mi.

 

 

Rosa Riubo

Peregrina de la Paz

www.riubo.com

 



Comentarios

Entradas populares