El deseo y el miedo.

 Una parte de nuestro viaje es traspasar los deseos, al principio hay mucha resistencia a esto porque creemos que estamos renunciando a algo que vamos a perder. Eso sucede porque todavía no nos hemos rendido al plan Divino, no nos damos cuenta que traspasar los deseos es la forma mas amable de trascender el miedo.

 

Voy a intentar desarrollar esto, como siempre basándome en mi experiencia, ya que cabe a muchas interpretaciones lo que aquí voy a decir.

Los deseos que tenemos son deseos del mundo, deseos con una forma determinada, una casa, una pareja, o incluso si deseo la paz en el mundo o el fin del hambre o las guerras, son deseos determinados con forma especifica, que esconden un rechazo al mundo y un juicio al instante presente, ya que queremos que sea distinto de la forma en como ahora es.

Este rechazo al presente y la idea de desear cambiar algo nos mantiene en el bucle de sufrimiento y miedo.

Pero trascender los deseos puede hacerse de una forma hermosa y amable, así como también trascender el miedo.

 

Durante muchos años por estas fiestas, en especial la noche de fin de año, hacía este sencillo ejercicio que puede que hayas oído o leído en alguna parte. 

Hacía dos listas; en una escribía todos los deseos, objetivos que quería para el año que venía y en otra todas las cosas que ya no deseaba tener en ese próximo año.

Luego hacía el ejercicio de quemar la lista de lo que no deseaba antes de dar las doce en la noche de fin de año y después de las doce, quemaba la de los deseos.

 

Lo curioso de esto, es que muchas de las cosas se cumplían el año siguiente, así como otras que ya no deseaba desaparecían. Pero cuando deseaba otras durante el año no pasaba lo mismo, era como si tuviera que esperar a “esa noche mágica” para pedir los deseos al cielo. Mas tarde me pareció descubrir lo que ocurría: cuando quemaba la lista en realidad me olvidaba de ella, era una forma de renunciar a los deseos. 

 

Pero cuando empecé con mi camino espiritual, este ritual dejó de funcionar… 

Dentro de mi dejé de desear las cosas del mundo y a la vez aceptaba las cosas “malas” como parte de mi camino de sacrifico. Lo que sucedió es que al empezar a deshacer el ego mas visible o reconocible en mi, cedí el poder de mi Yo en favor de un ego muy escondido que me hablaba de un guion necesario de sufrimiento y sacrificio para purificar la culpa inconsciente, y como era inconsciente, no tenia ni idea de lo que tenia que “pagar”. 

Empecé a vivir lo que tardé mucho en reconocer: el ego espiritual, que puede tomar muchísimas formas, pero en mí se escondía bajo un velo de bondad. 

Si te cuento esta confusión de niveles tan aguda que experimenté es para que no tengas que pasar por ella, o porque si te sucede ahora, te des cuenta de como salir.

 

Como nos ha dicho María en las revelaciones “el ego no puede disfrazarse de obediencia”, es la respuesta mas clara para deshacer el ego espiritual.

 

Desear es la fuerza de la creación, lo que nos impulsa al movimiento.

El corazón de Dios te da los deseos del alma. Lo único que necesitas reconocer es Quien es el que desea (el alma o el ego), pero no renunciar a todos los deseos. El reconocimiento de tu verdadero Ser irá despertando en ti y vas a hacerte consciente de tus verdaderos deseos. 

Pero como a veces puede estar muy escondido, simplemente cuando aparezca un miedo o un deseo, di siempre esto:

 

Yo querría esto, pero… Padre, hágase Tú Voluntad y no la mía.

Yo sufriría esto, pero… Padre, hágase Tú Voluntad y no la mía.

 

Siente esto de corazón, dáselo a Dios… y todo cambiará para ti.

 

Ahora el ejercicio ha cambiado para mi, ya no es necesario hacerlo ese día especifico, pero si es necesario darle el deseo a Dios…

Este es mi escrito ahora, lo hago siempre que deseo algo que tiene una forma específica en el mundo, un deseo humano que uno al corazón divino que habita dentro de mi y tanto si se cumple en la forma como si no, el milagro de la Paz de Dios sucede.

 

       Te entrego mi deseo …………….. (especificar lo que sea) para que me liberes de él, tanto si se manifiesta en mi realidad física como si no Tú me das PAZ. Gracias, gracias, gracias.

 

Y como desear escondía el miedo, aunque no me diera cuenta, este mismo escrito me sirve para liberar los miedos de forma específica que se presentan en mi mente…

 

       Te entrego mi temor………………. (especificar lo que sea) para que me liberes de él y lo transformes en AMOR y PAZ.    (Tanto si se manifiesta en mi realidad física como si no)  Tú me das PAZ. Gracias, gracias, gracias.

 

Al entregarte en Obediencia a Dios por encima de tu deseo (y de tu miedo), es como decir que Amas a Dios por encima de todas las cosas, así vas desarrollando la confianza plena en que, sea lo que sea que se presente en tu vida, es parte del Plan perfecto de Dios para el despertar de la consciencia Crística en la forma y tú estás dispuesto a mostrar que Su Plan es el único que queremos en realidad.

 

Si quieres hacer este ejercicio en fin de año y todos los días del tiempo, cada vez que un miedo o un deseo se presente en tu mente, lo haremos junt@s,

Compartirlo aquí para ti es mi regalo.

Feliz Navidad. Feliz Nacimiento del Cristo en Ti.

 

Rosa Riubo

Peregrina de la Paz.

www.riubo.com

 



 

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